CANTANDO LA ALEGRÍA DE VIVIR
Cantando la alegría de vivir
lleguemos a la Casa del Señor;
marchando todos juntos como hermanos,
andemos los caminos hacia Dios.
Venid, entremos todos dando gracias.
Venid, cantemos todos al Señor.
Gritemos a la roca que nos salva.
Cantemos la alabanza a nuestro Dios.
Cantando la alegría de vivir
lleguemos a la Casa del Señor;
marchando todos juntos como hermanos,
andemos los caminos hacia Dios.
La paz del Señor sea con nosotros, la paz que llena sola el corazón,
la paz de estar unidos como hermanos, la paz que nos promete nuestro Dios.
Cantando la alegría de vivir
lleguemos a la Casa del Señor;
marchando todos juntos como hermanos,
andemos los caminos hacia Dios.
Entremos por las puertas dando gracias.
Pidamos al Señor también perdón:
perdón por nuestra falta a los hermanos,
perdón por nuestro pobre corazón.
Cantando la alegría de vivir
lleguemos a la Casa del Señor;
marchando todos juntos como hermanos,
andemos los caminos hacia Dios.
Sabed que Dios nos hizo y somos suyos.
Sabed que el Señor es nuestro Dios.
Nosotros somos pueblo y las ovejas,
ovejas del rebaño del Señor.
Cantando la alegría de vivir
lleguemos a la Casa del Señor;
marchando todos juntos como hermanos,
andemos los caminos hacia Dios
Fuente: https://youtu.be/eD2WYSa3x1g
Bueno es dar gracias a Yahveh, y salmodiar a tu nombre, Altísimo,
Publicar tu amor por la mañana, y tu lealtad por las noches,
Al son del arpa de diez cuerdas y la lira, con un susurro de cítara.
Pues con tus hechos, Yahveh, me regocijas, ante las obras de tus manos grito:
«¡Qué grandes son tus obras, Yahveh, qué hondos tus pensamientos!»
El hombre estúpido no entiende, el insensato no comprende estas cosas.
Si brotan como hierba los impíos, si florecen todos los agentes de mal, es para ser destruidos por siempre;
Más tú, Yahveh, eres excelso por los siglos.
Mira cómo tus enemigos perecen, se dispersan todos los agentes de mal.
Pero tú alzas mi frente como la del búfalo, derramas sobre mí aceite nuevo;
Mi ojo desafía a los que me acechaban, mi oído escucha a los malvados.
Florece el justo como la palmera, crece como un cedro del Líbano.
Plantados en la Casa de Yahveh, dan flores en los atrios del Dios nuestro.
Todavía en la vejez producen fruto, se mantienen frescos y lozanos,
Para anunciar lo recto que es Yahveh: mi Roca, no hay falsedad en él.
Venid, cantemos gozosos a Yahveh, aclamemos a la Roca de nuestra salvación;
con acciones de gracias vayamos ante él, aclamémosle con salmos.
Porque es Yahveh un Dios grande, Rey grande sobre todos los dioses;
En sus manos están las honduras de la tierra, y suyas son las cumbres de los montes;
suyo el mar, pues él mismo lo hizo, y la tierra firme que sus manos formaron.
Entrad, adoremos, prosternémonos, ¡de rodillas ante Yahveh que nos ha hecho!
Porque él es nuestro Dios, y nosotros el pueblo de su pasto, el rebaño de su mano.
Alabad a Dios en su santuario, alabadle en el firmamento de su fuerza,
Alabadle por sus grandes hazañas, alabadle por su inmensa grandeza.
Alabadle con clangor de cuerno, alabadle con arpa y con cítara,
Alabadle con tamboril y danza, alabadle con laúd y flauta,
Alabadle con címbalos sonoros, alabadle con címbalos de aclamación.
¡Todo cuanto respira alabe a Yahveh! ¡Aleluya!.