Hijos de Dios, aclamad al Señor,
(Gloria al Señor)
aclamad la gloria y el poder del Señor,
(Gloria al Señor)
aclamad la gloria y el nombre del Señor,
(Gloria al Señor)
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
(Gloria al Señor)
La voz del Señor sobre las aguas,
(Gloria al Señor)
el Dios de la gloria ha tronado,
(Gloria al Señor)
el Señor sobre las aguas torrenciales.
(Gloria al Señor)
La voz del Señor es potente,
(Gloria al Señor)
la voz del Señor es magnífica,
(Gloria al Señor)
La voz del Señor descuaja los cedros,
(Gloria al Señor)
el Señor descuaja los cedros del Líbano.
(Gloria al Señor)
Hace brincar al Líbano como a un novillo,
(Gloria al Señor)
al Sarión como a una cría de búfalo.
(Gloria al Señor)
La voz del Señor lanza llamas de fuego,
(Gloria al Señor)
La voz del Señor sacude el desierto,
(Gloria al Señor)
el Señor sacude el desierto de Cadés.
(Gloria al Señor)
La voz del Señor retuerce los robles,
(Gloria al Señor)
el Señor descorteza las selvas.
(Gloria al Señor)
En su templo un grito unánime:
(Gloria al Señor)
El Señor se sienta por encima del aguacero,
(Gloria al Señor)
el Señor se sienta como rey eterno.
(Gloria al Señor)
El Señor da fuerza a su pueblo,
(Gloria al Señor)
el Señor bendice a su pueblo con la paz.
(Gloria al Señor)
Fuente: https://youtu.be/JE8RUk29nKQ
SALMO 92
SALMO 92, 1-3
Bueno es dar gracias a Yahveh, y salmodiar a tu nombre, Altísimo,
Publicar tu amor por la mañana, y tu lealtad por las noches,
Al son del arpa de diez cuerdas y la lira, con un susurro de cítara.
SALMO 92, 4-6
Pues con tus hechos, Yahveh, me regocijas, ante las obras de tus manos grito:
«¡Qué grandes son tus obras, Yahveh, qué hondos tus pensamientos!»
El hombre estúpido no entiende, el insensato no comprende estas cosas.
SALMO 92, 7-9
Si brotan como hierba los impíos, si florecen todos los agentes de mal, es para ser destruidos por siempre;
Más tú, Yahveh, eres excelso por los siglos.
Mira cómo tus enemigos perecen, se dispersan todos los agentes de mal.
SALMO 92, 10-12
Pero tú alzas mi frente como la del búfalo, derramas sobre mí aceite nuevo;
Mi ojo desafía a los que me acechaban, mi oído escucha a los malvados.
Florece el justo como la palmera, crece como un cedro del Líbano.
SALMO 92, 13-15
Plantados en la Casa de Yahveh, dan flores en los atrios del Dios nuestro.
Todavía en la vejez producen fruto, se mantienen frescos y lozanos,
Para anunciar lo recto que es Yahveh: mi Roca, no hay falsedad en él.
SALMO 95
SALMO 95, 1-3
Venid, cantemos gozosos a Yahveh, aclamemos a la Roca de nuestra salvación;
con acciones de gracias vayamos ante él, aclamémosle con salmos.
Porque es Yahveh un Dios grande, Rey grande sobre todos los dioses;
SALMO 95, 4-7
En sus manos están las honduras de la tierra, y suyas son las cumbres de los montes;
suyo el mar, pues él mismo lo hizo, y la tierra firme que sus manos formaron.
Entrad, adoremos, prosternémonos, ¡de rodillas ante Yahveh que nos ha hecho!
Porque él es nuestro Dios, y nosotros el pueblo de su pasto, el rebaño de su mano.
SALMO 150
SALMO 150, 1-3
Alabad a Dios en su santuario, alabadle en el firmamento de su fuerza,
Alabadle por sus grandes hazañas, alabadle por su inmensa grandeza.
Alabadle con clangor de cuerno, alabadle con arpa y con cítara,
SALMO 150, 4-6
Alabadle con tamboril y danza, alabadle con laúd y flauta,
Alabadle con címbalos sonoros, alabadle con címbalos de aclamación.
¡Todo cuanto respira alabe a Yahveh! ¡Aleluya!.