CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

ORACIÓN PIDIENDO AYUDA EN LAS TENTACIONES DE ABUSO DE DROGAS, ALCOHOL Y OTRAS ADICCIONES O APEGOS

ORACIÓN PIDIENDO AYUDA EN LAS TENTACIONES DE ABUSO DE DROGAS, ALCOHOL Y OTRAS ADICCIONES O APEGOS

(Para personas alcohólicas, o adictas a drogas y abuso de otras sustancias y otro tipo de adicciones, apegos, dependencias emocionales, etc.)

San Juan de Dios, te pido intercedas por mí, para ser fortalecido en mi voluntad para dejar este vicio_____________ que me aparta de Dios y me hace daño físicamente, perjudica a mi familia y me trae grandes perjuicios en todas las esferas.

Tú que conoces el lado oscuro del corazón apiádate de mí y ruega por mi completa libertad.

Permite que yo tenga el control sobre este problema y que solo tenga sed de la palabra de Dios. Ilumina mi entendimiento para saber que Dios ha puesto en mí el gran potencial de la voluntad para que fortaleciéndola no me esconda detrás de falsas excusas y falsas justificaciones que perpetúen esta adicción, sabiendo que con Cristo todo lo puedo y que para El no hay nada imposible, ni siquiera mi presente necesidad.

San Juan de Dios Confiado en tu poderosa intercesión, te pido me asistas con toda la ayuda necesaria ya sea médica, sicológica, con todos los recursos de los medios tradicionales que Dios ha puesto al alcance mío en el servicio de la medicina, como las herramientas espirituales, Te pido que yo sea dotado de todos los elementos necesarios para salir victorioso de este vicio.

Pido esta ayuda poderosa para la Gloria de Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Autor: Dra. Angie Ware

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

CAPÍTULO 6

Capítulo 6, 9-11

Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre;
venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
Nuestro pan cotidiano dánoslo hoy;

Capítulo 6, 12-15

y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores;
y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.
Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.

Capítulo 6, 16-18

Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,
para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Capítulo 6, 19-21

No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban.
Acumulad más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben.
Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

Capítulo 6, 22-24

La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso;
pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué oscuridad habrá!
Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.

Capítulo 6, 25-27

Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?
Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida?

Capítulo 6, 28-30

Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan.
Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos.
Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe?

Capítulo 6, 31-34

No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos?
Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.
Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal.

Santa Sede

ORACIÓN PIDIENDO AYUDA EN LAS TENTACIONES DE ABUSO DE DROGAS, ALCOHOL Y OTRAS ADICCIONES O APEGOS