CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

ORACIÓN DE SANACION INTERIOR

PADRE EMILIANO TARDIF

ORACION DE SANACION INTERIOR

Padre de bondad, te bendigo y te alabo y te doy gracias
porque por tu amor nos diste a tu hijo Jesús,
gracias padre porque a la luz del Espíritu
comprendemos que él es la luz, la verdad y el buen pastor
que ha venido para que tengamos vida
y la tengamos en abundancia.

Hoy, padre, me quiero presentar
delante de ti, como tu hijo.

Tú me conoces por mi nombre
pon tus ojos de Padre amoroso en mi vida.

Tu conoces mi corazón
y conoces las heridas de mi historia,
Tu conoces todo lo que he querido hacer
y no he hecho.

Conoces también lo que hice
o me hicieron lastimándome.

Tu conoces mis limitaciones,
mis errores y mis pecados
conoces los traumas y complejos de mi vida.

Hoy, Padre, te pido que por el amor
que le tienes a tu hijo Jesucristo,
derrames tu santo espíritu sobre mi,
para que el calor de tu amor sanador
penetre en lo más íntimo de mi corazón.

Tú que sanas los corazones destrozados
y vendas las heridas
sáname aquí y ahora de mi alma
mi mente, mi memoria y todo mi interior.

Entra en mi Señor Jesús,
como entraste en aquella casa
donde estaban tus discípulos
llenos de miedo.

Tu que apareciste en medio de ellos y les dijiste:
“Paz a vosotros ”
Entra en mi corazón y dame tu paz.
Lléname de tu amor,
Sabemos que el amor echa fuera el temor.

Pasa por mi vida y sana mi corazón.
Sabemos, Señor Jesús,
que tu lo haces siempre que te lo pedimos
y te lo estoy pidiendo con María, mi madre,
la que estaba en las bodas de Cana
cuando no había vino
y tu respondiste a su deseo,
transformando el agua en vino.

Cambia mi corazón y dame un corazón generoso,
un corazón afable, un corazón bondadoso,
dame un corazón nuevo.

Haz brotar en mi
los frutos de tu presencia.

Dame el fruto de tu Espíritu que es amor,
paz, alegría.

Haz que venga sobre mí
el Espíritu de las bienaventuranzas,
para que pueda saborear
y buscar a Dios cada día,
viviendo sin complejos ni traumas
junto a los demás, junto a mi familia, junto a mis hermanos.

Te doy gracias padre,
por lo que estás haciendo hoy en mi vida.

Te doy gracias de todo corazón
porque tú me sanas, porque tú me liberas, porque tu rompes las cadenas
y me das la libertad.

Gracias, Señor Jesús,
porque soy templo de tu Espíritu
y ese templo no se puede destruir
porque es la casa de Dios.

Te doy gracias Espíritu Santo por la fe,
gracias por el amor que has puesto en mi corazón,
¡qué grande eres Señor Dios Trino y Uno!
Bendito y alabado seas, Señor.

ORACION DE SANACION INTERIOR

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

CAPÍTULO 6

Capítulo 6, 9-11

Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre;
venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
Nuestro pan cotidiano dánoslo hoy;

Capítulo 6, 12-15

y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores;
y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.
Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.

Capítulo 6, 16-18

Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,
para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Capítulo 6, 19-21

No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban.
Acumulad más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben.
Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

Capítulo 6, 22-24

La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso;
pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué oscuridad habrá!
Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.

Capítulo 6, 25-27

Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?
Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida?

Capítulo 6, 28-30

Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan.
Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos.
Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe?

Capítulo 6, 31-34

No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos?
Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.
Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal.

Santa Sede

ORACIÓN DE SANACION INTERIOR