CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

Día sexto novena a la Santísima Virgen del Cisne 11 de agosto

DÍA SEXTO NOVENA A LA SANTISIMA VIRGEN DE EL CISNE 11 DE AGOSTO

DIA SEXTO

María, Madre de dolores

Oración preparatoria

Reina misericordiosa de los cielos y la tierra, que bajo la advocación de El Cisne has querido protegernos especialmente haciéndonos destinatarios de favores y gracias particulares, hoy venimos a buscar consuelo en nuestras aflicciones y necesidades, acógenos bajo tu maternal amparo y acepta benigna el humilde homenaje de esta novena y los votos de nuestro amor reverente.

Confiados a tu intercesión haz que logremos conseguir el remedio a nuestras necesidades (petición) y ser exaltados a la Jerusalén celestial a donde te rogamos nos conduzcas para ser dignos de tus alabanzas, por los siglos de los siglos. Amén.

Comienzo de la novena

  • Por la + señal de la santa Cruz, +de nuestros enemigos, +líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu Santo +
  • Yo confieso ante Dios Topoderoso y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión, por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa, por eso ruego a la Santísima Virgen María, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos que intercedan por mí ante Dios nuestro Señor. Amén.

Oración para todos los días

Oh Dios, que quisiste que nuestra Madre la gloriosísima Virgen María fuera venerada en la hermosa imagen de Nuestra Señora de El Cisne; concédenos, bondadoso, que sepamos imitar siempre en este mundo el testimonio cristiano de aquellas cuyas alabanzas merezcamos contemplar en el cielo. Amén.

Escuchemos la palabra. (Jn 19,25-34)

“Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo.” Luego dice al discípulo: “Ahí tienes a tu madre.” Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dice: “Tengo sed.” Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de hisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca. Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: “Todo está cumplido” e inclinando la cabeza entregó el espíritu”.

Palabra del Señor.

Consideración para el sexto día.

Consideremos el inmenso mar de dolores en que fue sumergida la Virgen Madre. Dicen algunos santos que sus penas fueron tan grandes como las del Hijo de Dios, pues a todas se halló presente, y todas las sufrió juntas en su materno Corazón. Cuántos fueron los golpes que lastimaron el cuerpo de Jesús, otras tantas heridas se abrieron en el Corazón de la Madre. Vuelto a ella San Buenaventura lleno de compasión le dice: “Todas y cada una de las llagas esparcidas en el cuerpo de Jesús, estaban reunidas en tu Corazón; y Tu por la angustia excesiva ya no estabas en ti, sino en la aflicción de tu Hijo”. El Espíritu Santo nos aconseja: “No te olvides de los gemidos de tu Madre.” Y nosotros ¿Qué hacemos? ¿Por qué no nos hemos de compadecer de una Madre tan afligida y Madre nuestra? Tal era la exhortación de San Agustín: “Digamos pues con la Iglesia a la Santísima Virgen ¡Oh dolorida Madre, fuente de amor! Haced que sienta la fuerza de tu dolor, y que mis lágrimas se mezclen al raudal de las tuyas”.

Compromiso

Orar la Corona de los Siete Dolores de la Virgen María especialmente el primer viernes o el primer sábado.

Padre nuestro, Dios te salve y Gloria.

Oración final

¡Oh amantísima Madre de El Cisne! Tu nom­bre llena de gozo el corazón y de suave paz el alma. Y ¿Quién podrá contar las penas que has remediado?, ¿Qué corazón habrá tan duro que no se haya convertido al invocarte?, ¿Qué pesar no encon­trará en tus labios una sonrisa de calma y de ventura? Sí, Madre, confiados en que eres toda bondad y hermosura, te encomendamos las necesidades que, por todos lados nos oprimen; en tus manos está el omnipotente Corazón de Dios, muévele, pues, a favor nuestro y ya que somos tus hijos, tenemos derecho a tu maternal compasión y nuestras súpli­cas jamás serán desatendidas. Amén.

Nuestra Señora de El Cisne, ruega por nosotros. (Tres veces)

Canto final

Fuente: Manual de Piedad Misioneros Oblatos


Lo más leído: Las 20 oraciones destacadas en www.oblatos.com

1. Jesús en ti confío

2. Oración a la Santa Cruz

3. 15 minutos en compañía de Jesús sacramentado

4. Oración de una mujer por la salud de su esposo

5. Padre Nuestro

6. Plegaria de la mañana

7. Oración para antes de leer la biblia

8. Oración para antes de un viaje

9. Oración por los padres difuntos

10. Oración de la noche

11. Nueve domingos al divino niño Jesús

12. Novena del trabajo

13. El Magnificat

14. Oración por los hijos

15. Oración de cumpleaños

16. Oración antes de la confesión

17. Alma de Cristo

18. Oración para antes de tomar una decisión

19. Ave María en varios idiomas

20. Coronilla de la divina misericordia

Volver al Manual de Piedad

Santa Sede

oración

Día sexto novena a la Santísima Virgen del Cisne