PARA ESTA SEMANA JULIO 22 DE 2018
Jesús es Pastor de sus ovejas, las cuida y las alimenta, les da seguridad y paz.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, de Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Reciban mi saludo cargado de bendiciones para la semana que comenzamos. Dios les cuide y acompañe en cada momento y que a todos nos regale la gracia del Espíritu de discernimiento para poder tomar las mejores decisiones, las que más convengan al bien de todos.
Este domingo nos encontramos con el texto de san Marcos (6, 30-34) en el que Jesús se compadece de la multitud que andaba como ovejas sin pastor. Jesús, en la multitud, encuentra personas como tú o como yo llenas de necesidades, hambrientas de Dios, expuestas al peligro, a los enemigos; personas que se vuelven “presa” fácil de gente engañosa, de religiones sin fundamento, de “magos” de la fortuna, de la sanación, de las grandes fortunas; personas de Dios y sin Él, gente que no tiene horarios y que solo quieren saber o encontrar en qué lugar o en qué persona está la verdadera paz, el verdadero Dios; gente pobre, desposeída, que quiere tener alguna seguridad en la vida; gente de fe y sin ella.
En la multitud está toda la humanidad que camina por el mundo
Muchas veces sin rumbo fijo pero que quiere encontrar una verdad que solo Dios puede revelar. Gente que necesita sentirse en paz, serena, segura. Gente como todos nosotros.
Jesús ha venido a enseñarnos, a darnos lo que necesitamos; Jesús entiende que en Él todo lo podemos encontrar y que en Él podemos hallar la paz y la estabilidad que tanto anhelamos, nos invita a la apertura, a la confianza, al amor. A una vida nueva llena de cosas lindas que hacen del mundo un lugar agradable y a todas las personas dignas de amar. Jesús es Pastor, cuida de las ovejas, las alivia y les brinda seguridad. Lo mejor es que como ovejas que somos aprendamos a confiar y entendamos que Dios está haciendo todo para que nosotros volvamos a encontrar la paz y el amor que con el pecado hemos ido perdiendo.
Pero también caigamos en cuenta que, así como necesitamos del Pastor que se compadece y que todo lo entrega, de esta misma manera nos necesitan las personas que Dios nos ha encomendado, las que tenemos bajo nuestra responsabilidad.
Somos ovejas de Jesús pero también pastores que al estilo de Jesús se gastan por los demás
Que nuestras ovejas no se nos pierdan, que no escapen, que no queden expuestas a los peligros. Demos lo mejor de nosotros, todo lo que recibimos del mismo Jesús.
Jesús renuncia al descanso y aprovecha la ocasión, que le brinda la presencia de la multitud, para enseñar. De Dios debemos hablar siempre y a cada momento. Dios siempre tiene una Palabra, una enseñanza, nunca nos deja con las manos vacías. Dios llena nuestra vida de Él y por eso es importante ir a encontrarlo. Ya sabemos dónde está, vayamos y dejemos que su Palabra y sus enseñanzas colmen nuestra vida y que el Pan vivo que es Jesús sacie nuestra hambre de Dios.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd
Fuente: http://ow.ly/KBeG30moX2u