PARA ESTA SEMANA ENERO 3 DE 2021
Epifanía.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo con los mejores deseos para el año que hemos iniciado. Que el encuentro con Jesús colme nuestros corazones de felicidad y que el niño del pesebre sea la fuerza del amor con el que nos entreguemos al servicio de los demás.
En el texto propuesto para este domingo (Mt.2, 1-12) se recoge con claridad el pensamiento que se tenía acerca de Jesús. Por el Rey de los judíos preguntan los sabios venidos de oriente; el Mesías, dice Herodes a los sumos sacerdotes y escribas del pueblo judío; Y como gobernante y pastor del pueblo es llamado por los sumos sacerdotes y escribas. Los nombres dados describen no solo el pensar del pueblo sobre Jesús sino también lo que ellos esperaban. Unos se acercan a este misterio con bondad, otros con curiosidad, otros con maldad. Jesús pone de manifiesto lo que tenemos en el corazón, ante Él nada queda oculto y por eso si queremos un encuentro con Él y que sea de plenitud y de paz debemos cuidar el proceso que llevamos de conversión.
Hoy que celebramos la manifestación del Señor debemos también nosotros ponernos en camino para salir a su encuentro.
Él ha venido a salvarnos y a colmarnos con su amor, nosotros vayamos a su corazón y démosle lo más propio, lo más valioso y significativo de cada uno. Muchas estrellas brillan en la oscuridad y que se hacen luz para el camino de todo aquel que quiera encontrarse con el Señor. Caigamos de rodillas ante Jesús, ofrezcamos nuestra vida, nuestros tesoros y después regresemos para ser anunciadores de la buena noticia de Dios, de su presencia en el mundo.
Jesús es revelado al mundo y en Jesús el amor y la misericordia del Padre.
Jesús al venir a buscarnos, también se deja encontrar. Es en el encuentro con Él que manifiesta su ser de Dios. En la pequeñez, en la fragilidad, en la pobreza, los que vienen con corazón limpio y se ofrecen del todo a Dios, descubren la grandeza que hay en lo sencillo y lo divino que está en el niño que ha nacido para la salvación.
Jesús se manifiesta a los pastores a los que el ángel les anunció el nacimiento del salvador y ahora a unos sabios venidos de muy lejos, pero deseosos de encontrarse con aquel que lo es todo y es la fuente misma de la sabiduría. La fe de los pastores y ahora la de los magos, se destaca. Mientras que el pueblo camina en tinieblas, para ellos ha brillado una gran luz. Y salen a su encuentro y se dejan seducir por la hermosa sencillez de la familia sagrada y del lugar en el que Dios ha comenzado la historia de la manifestación de su amor.
En esta fiesta de la Epifanía, en la que Dios ha revelado el amor que mueve su obrar con nosotros y la creación los invito a ponernos en camino para encontrarnos con Jesús. Y nunca olvidemos que lo sencillo nos habla de la presencia divina. Alegrémonos por el encuentro con Jesús, dejémosle lo mejor de nuestra vida, apartémonos de todas las personas que quieren hacer daño y lleno de alegría regresemos a nuestras casas y lugares de trabajo a dar testimonio de lo que hemos visto y conocido.
Con mi bendición:
P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.
Fuente: http://ow.ly/S1sJ50CYphI
