
El Comedor Solidario: Compartir el Pan y el Amor de Dios
Nos inspira el Señor Jesús. Él mismo se preocupó por la muchedumbre con hambre y sed. Por eso, ver esa necesidad nos motiva profundamente. Queremos ser una respuesta en medio de la gente. Este propósito se concreta en nuestro Comedor Solidario.
Nuestro comedor es un lugar de esperanza. Está ubicado en las instalaciones de nuestro santuario. En este espacio, compartimos el pan con aquellos que no lo tienen.
La Fuerza de la Generosidad
Esta labor solidaria es posible gracias a una inmensa generosidad. Muchas personas de buen corazón nos apoyan a diario. Su ayuda se ve concretada en cada plato de comida caliente. Esta generosidad nos permite mantener las puertas abiertas. De hecho, es un testimonio vivo de caridad cristiana.
El comedor no solo ofrece alimento para el cuerpo. Además, busca nutrir el alma de quienes nos visitan.
Nuestros Huéspedes: Más que Hambre
A nuestro comedor acuden especialmente los adultos mayores. Ellos llegan cada día buscando más que un plato de comida. Ciertamente, muchos de ellos vienen ávidos de pan. Sin embargo, también tienen una gran necesidad de alegría y compañía. Buscan un lugar donde sentirse escuchados y valorados.
Por lo tanto, nuestro servicio va más allá de dar de comer. Queremos ofrecer un momento de paz y de encuentro. Queremos que sientan la presencia de Dios en el corazón. Así pues, el comedor es una comunidad de afecto. Aquí se comparten historias y se crean lazos de amistad. Nos esforzamos por tratar a cada persona con dignidad.
El Rostro Misericordioso de Jesús
Sabemos que prestar este servicio es muy importante. En definitiva, es una manera de mostrar el rostro de Jesús. Es un rostro lleno de misericordia y amor. Lo mostramos en la cotidianidad de la vida. Cada comida servida es un acto de fe. Cada sonrisa compartida es una oración.
Además, para los Misioneros Oblatos, la caridad es una opción permanente. No es solo una actividad pasajera en nuestro calendario. Es el centro de nuestra misión evangelizadora. Seguir el ejemplo de Jesús nos compromete con los más débiles. De este modo, el comedor solidario se convierte en un centro de evangelización viva.
Un Llamado a la Colaboración
Nuestro trabajo continúa ininterrumpidamente. Por consiguiente, la necesidad de apoyo también es constante. Necesitamos ayuda para seguir sirviendo a nuestros hermanos. Invitamos a más personas a unirse a esta noble causa. Pueden colaborar de diferentes formas. Aceptamos donaciones de alimentos. También se puede contribuir con tiempo como voluntario. Finalmente, sus oraciones son un apoyo fundamental.
Creemos firmemente en el poder de la solidaridad. En resumen, nuestro Comedor Solidario es un espacio sagrado. En él, la comunidad se une para vivir la fe. Demostramos el amor de Dios con acciones concretas. Por eso, cada día es una nueva oportunidad para servir.
