CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

50. TERCER ACTO DE REPARACIÓN

TERCER ACTO DE REPARACIÓN

Corazón Sagrado de Jesús, profundamente conmovidos de la infinita caridad que habéis manifestado a los hombres en la institución de la adorable Eucaristía, no menos que la horrible ingratitud con que la mayor parte de nosotros hemos correspondido hasta hoy a tanto amor, venimos humildemente a vuestra divina presencia con el ánimo de reparar en adelante tantos ultrajes por un aumento de fidelidad hacia Vos.

¡Sí, Jesús amabilísimo lo juramos: mientras más blasfemen los hombres contra vuestros misterios!

Más os amaremos, Señor.

iMientras, más se esfuerce la impiedad en querer arrebatarnos nuestras inmortales esperanzas!

Más os amaremos, Señor.

¡Cuánto más resistan a vuestros divinos atractivos los corazones ingratos!

Más os amaremos, Señor.

¡Mientras, más atacada sea vuestra Divinidad por los impíos!

Más os amaremos, Señor.

¡Mientras, más olvidadas y quebrantadas: sean vuestras santas leyes por los hombres mundanos!

Más os amaremos Señor.

¡Mientras, más desconocidas sean vuestras adorables virtudes de la caridad, y la justicia por el mundo!

Más os amaremos Señor.

¡Mientras, más trabaje el infierno en la perdición de las almas!

Más os amaremos Señor.

¡Mientras, más tendencias haya al sensualismo y más empeño en destruir la moralidad y el amor al trabajo honrado y al deber!

Más os amaremos, Señor.

¡Oh Dios de infinita santidad! Todos hemos pecado, hemos procedido inicuamente y nuestros crímenes se han multiplicado más que nuestros cabellos. Somos la miseria, el polvo y la misma nada, y nos vemos en la imposibilidad de satisfacer a vuestra justicia.

Pero no; tenemos, en cambio, una Hostia de valor infinito, que todos los días se inmola por nuestras culpas en innumerables altares y tabernáculos sobre el mundo entero.

Os ofrecemos, pues, esta Hostia Santa en desagravio de todas las iniquidades, blasfemias, sacrilegios, profanaciones y crímenes con que sois ultrajados en todo el mundo

¡Sea en todas partes bendito y alabado el Santísimo Corazón de Jesús Sacramentado, ahora y siempre por los siglos de los siglos!

Amén.

Fuente: Manual de Piedad Misioneros Oblatos

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