CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

6. SEXTA PALABRA

6. SEXTA PALABRA: CONSUMADO ES (JUAN 19:30).
LA PALABRA GARANTIZADORA

SEXTA PALABRAEsta palabra es la más corta pero también la más grande, la más alentadora, la más significativa para nosotros. Es «nuestra palabra» que recibimos como prenda de seguridad y de esperanza de labios del Señor.

Jesús había dicho ya: una palabra para sus verdugos, una palabra para el ladrón arrepentido y una palabra para su madre.

Dos palabras para sí mismo, aunque con referencia simbólica y moral a nosotros.

Ahora pronuncia una directa y exprofesa para nosotros, para alentar y afirmar nuestra fe.

Es tan corta que en el original griego es, literalmente, una sola palabra tetelestai; sin embargo, abarca un mundo de significado. Es la palabra que ponían los griegos en los recibos cuando eran cancelados. ¿Comprendéis así la importancia de tal palabra?

Jesús se esmeraba en explicar su significado, después de su resurrección, según tenemos en Lucas 24:26, 46-47. El asombro entonces para sus discípulos no era tanto de verle resucitado, pues tenían ya muchas pruebas de su poder milagroso, sino de que hubiese querido padecer.

El leía en sus asombrados ojos esta pregunta: «Si tenías tanto poder, ¿por qué sufriste?» ¿Por qué clamaste «Sed tengo» y «Dios mío, Dios mío, por qué me has desamparado?» La respuesta es: Para que pudiese predicarse en su nombre el arrepentimiento y la remisión de pecados; he aquí el secreto. No se podía predicar tal mensaje sin un sustituto. Si tienes una deuda, no te basta con decir estoy arrepentido ¿Cómo podrías pagar la deuda de tus pecados al justo Dios? Pero El sí podía pagarla por ti. De este modo, quedaba aunada la justicia y el amor. Al ver a Cristo padecer por tus pecados, no solamente tendrás que decir estoy arrepentido, sino estoy agradecido.

«Consumado es» garantiza una salvación perfecta, a la que no puedes añadir nada como mérito expiatorio, ni lo necesitas.

El acreedor insolvente que recibía el recibo cancelado tetelestai por un acto de benevolencia, no trataría de pagarlo de nuevo, pero quedaría obligado con una dependencia moral de gratitud hacia algún generoso bienhechor.

Hay dos extremos en relación con la obra perfecta de Cristo: uno por defecto, y otro por abuso. No considerarla suficiente y tratar de añadir mérito; éste es el defecto de muchas almas ansiosas dentro del cristianismo nominal; pero puede existir, y existe, entre los creyentes evangélicos, otro defecto por exceso.

No exceso de confianza, nunca se puede tener demasiada confianza o fe en el Señor; pero sí de insolencia, de pereza, de ingratitud; el defecto de decir: Porque El lo hizo todo y «no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús», puedo ser un cristiano frío….; hacerme la religión a la medida de mi gusto, leer o no leer la Biblia, asistir al culto cada semana o cada tres meses, dar o no dar para la obra de Dios, testificar o cerrar la boca…. Es un grave error. La obra es perfecta, completa, no le falta nada y nada puedes añadir, pero la fe se muestra por las obras.

Amigo, ¿quieres ser salvo? Por grandes que sean tus pecados, hay una salvación completa y perfecta para ti, una salvación tan grande que ha servido para perdonar y regenerar a los más grandes criminales, pero estos grandes pecadores podrían ser salvos, y tú no serlo; si no aceptas, si no recibes el Evangelio como un don de Dios, o si confías con un arrepentimiento de labios. Quiera dar Dios a cada uno un arrepentimiento y fe sincera para recibir y agradecer de un modo debido la obra de Cristo.

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