CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

PARA ESTA SEMANA NOVIEMBRE 18 DE 2018

PARA ESTA SEMANA NOVIEMBRE 18 DE 2018

Jesús llena de alegría, de paz y de esperanza nuestra fe.

Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Para cada uno mi saludo colmado de bendiciones y mis oraciones para la semana que comenzamos. Que sea una semana cargada de buenos propósitos y para volver a los días en los que la esperanza marcaba el ritmo de nuestra fe. Volvamos a Jesús que nos trae el cielo y nos anticipa el premio que heredarán los justos cuando se han gastado en el amor.

En la vida todos tenemos momentos marcados por la tragedia y por el dolor; momentos llenos de oscuridades, caminos sin rumbo y problemas que nos llevan a la duda, a la tristeza. Momentos de los que solo nos queda el cansancio, la fatiga. Y en muchos el deseo de no seguir adelante, de no seguir en la lucha.

Jesús también nos habla de un final en el que Él llegará, pero no para destruir, sino para llenar de alegría, de paz y de esperanza nuestra fe.

Después de toda tribulación viene el premio para quien ha sabido luchar, perseverar, ser fiel y sobre todo para quien ha mantenido la fe, ha vivido sumergido en la fe. El Evangelio nos habla de la alegría y del sabor de la victoria para aquellos que en la oscuridad se dejaron iluminar por la Palabra; alegría y paz para aquellos que en la persecución supieron que Dios estaba presente.

Alegría y paz para aquellos que saben que la muerte no es el final sino el inicio del amor que permanece para siempre. Luchar, perseverar, ser fieles y dejar a la esperanza que marque el camino y llene de fuerzas son y serán las herramientas que todos los cristianos tenemos para que salgamos adelante en la tribulación.

Después de la angustia, de la oscuridad, de la soledad y del pánico, se abrirán nuestros ojos y veremos al Hijo del Hombre salvándonos, dándonos la seguridad que necesitamos para seguir adelante, caminando. Las Palabras de Jesús no pasarán. Volvamos pues a la esperanza, llenemos la duda de fe; la incertidumbre de esperanza y los miedos de vida y resurrección. Ya Dios se encargará de cada uno y de lo que queda. Lo nuestro es saber estar con fidelidad aferrados en fe al amor y a la esperanza.

Jesús debe ser nuestra fortaleza, debe ser nuestra fuerza.

El amor que le tenemos es la razón por la cual luchamos y perseveramos, nos mantenemos en pie. Cada vez que las cosas no salgan debemos mirar a lo alto y descubrir a Jesús que viene; cuando nuestra vida se llene de oscuridad debemos mirar a lo alto y ver a Jesús que es la luz. Cada día que las cosas se nos derrumben debemos entender que hay que comenzar de nuevo porque es la esperanza la que nos llena de alegría en medio de la tragedia.

El final de la historia tiene que ver entonces con el fin de la existencia del mal, con el reinado de Cristo, con el triunfo de la vida sobre la muerte. El final de la historia es lo que la humanidad necesita y por lo tanto debe saber esperar con esperanza, con alegría, con fidelidad. Nosotros no esperemos el final para comenzar nuestro plan de amor y de bondad. Aprovechemos la vida para gastarnos, para darnos, para amarnos y sobre todo para anticipar el reinado de Cristo, la eternidad, el mundo nuevo que tanto necesitamos.

Con mi bendición:

P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.

PARA ESTA SEMANA NOVIEMBRE 18 DE 2018

Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd

Fuente: http://ow.ly/vCCf30mEV6M

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