CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

PARA ESTA SEMANA MARZO 4 DE 2018

PARA ESTA SEMANA MARZO 4 DE 2018

Descubrámonos como lugar de presencia.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo cargado de buenos deseos y de bendiciones. Que la semana venga plena de paz y de alegrías para disfrutar con los seres queridos.

El templo es un lugar de encuentro con Dios; el templo nos habla de lo sagrado, de lo sublime. En el templo oramos al Padre, conversamos con quien nos ama. El templo es un espacio de encuentro también con la comunidad y en el que nos sentimos nosotros mismos en la intimidad con Dios.

Por eso hay cosas que no van con el templo ni con quien le habita.

Todo lo que pueda alejarnos del encuentro con Dios, los obstáculos que la religiosidad va poniendo y acaba imponiendo, lo normativo del cómo deben hacerse las cosas, todo lo que hace de la relación con Dios algo pesado, nos aleja de Dios, pero también Los vendedores, los sacrificios, las ofrendas y tanta gente interesada han vuelto del templo un lugar secundario, prima lo externo y lo ritual ya no importa la intimidad con Dios, importan más las normas, los sacrificios, los ritos. Y eso molesta al mismo Dios, Jesús es la expresión del querer de Dios y por eso se toma con autoridad su vocería: “no conviertan en un mercado la casa de mi Padre”.

En el templo todos son bienvenidos, en el templo nos podemos purificar y llenar de propósitos.

El templo lugar sagrado, nunca reemplazará el corazón como el lugar por excelencia de Dios; al templo vamos pero nunca debemos perder de vista que somos también templos. Dios por encima de cualquier edificación, Dios por encima de cualquier peligro y el ser humano por encima de la muerte y de lugares de culto; el ser humano es espacio sagrado y lugar de encuentro con Dios y aunque el templo material simbolice muchas cosas, el templo personal debe recuperar todo su sentido y trascendencia. Puede derrumbarse el templo material, ese se reconstruye, pero que nunca se acabe nuestro encuentro con Dios. Jesús es templo del Padre, es Dios y por lo tanto amigo, hermano, presencia, amor, bondad. Que nunca se nos acabe Cristo para quedarnos con edificios hermosos.

Jesús sabe lo que hay dentro de cada hombre, es importante entonces que no perdamos la dignidad, que luchemos para que la dimensión sagrada de cada uno se transparente en buenas obras; no nos vaya a pasar lo de esos muchos que creyeron en Jesús pero que Jesús no se fiaba de ellos, no se confiaba.

Creyentes aparentes pero con corazón cerrado a cualquier experiencia de amor, a cualquier experiencia de novedad que les llevara a entender que Dios estaba mucho más allá de los propios pensamientos.

Los invito a ir purificando nuestra experiencia de Dios, que de verdad el creer nos lleve a ser personas abiertas, capaces de entender que Dios habita cada corazón y todos tenemos razones para ser buenos y dar lo mejor. Vayamos al templo a encontrarnos con Dios y orar, el templo completa la experiencia religiosa en comunidad pero también entremos en nosotros mismos y descubrámonos como lugar de presencia. Entremos en nosotros llenémonos de Dios y salgamos de nosotros para llevar a Dios a todas las personas.

Con mi bendición:

P. Jaime Palacio González, ocd.

PARA ESTA SEMANA MARZO 4 DE 2018

Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd

Fuente: http://ow.ly/jc4C30moXJh

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