CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

PARA ESTA SEMANA ENERO 5 DE 2020

PARA ESTA SEMANA ENERO 5 DE 2020

Epifanía.

Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo, reciban mi saludo cordial de año nuevo acompañado de los mejores deseos de paz y bien el Señor que ha venido a darnos la paz.

Los magos venidos de Oriente hablan del Rey de los judíos. Herodes habla del Mesías y los sumos sacerdotes y escribas hablan del jefe que pastoreará al pueblo de Israel. Todo esto significa que estamos ante un hombre grande que ha movido los corazones de muchas personas, que brilla con luz propia y que tiene una gran misión.

Cada personaje de este texto (Mt. 2, 1-12) acaba haciendo una profesión de la fe de la comunidad cristiana. Él es el Rey de Israel, el Mesías y el Pastor que da la vida por sus ovejas. Jesús a lo largo de su vida y a través de su ministerio va colmando las expectativas de todos aquellos que esperaban en Dios y estaban abiertos a su novedad. A Jesús le aceptaron y reconocieron como Rey, Mesías y Pastor todos los que nunca se hicieron un Dios a imagen y semejanza de la ley, los que dejaban a Dios ser Dios y obrar como tal.

Las Escrituras se han cumplido, las promesas de Dios se han concretado en Jesús, su Hijo ha sido enviado para ser la salvación del mundo.

Herodes siente celos, su grandeza y poderío no son nada ni le significan nada a Dios. Herodes es un cobarde que se hace fuerte aprovechándose de los débiles, abusando de su poder. Los magos, por otra parte, se admiran, quieren adorarlo. Han venido de países lejanos, son paganos, pero Dios les ha dado la gracia de encontrar a Jesús. Los Reyes le ofrecen lo que son, lo que tienen, lo mejor de cada uno. La salvación es para todos, el amor y la misericordia de Dios desborda límites y religiones. Dios es de todos y para todos y Jesús viene a mostrarnos el amor del Padre. Hoy Él se manifiesta; es presentado ante los pueblos.

Nosotros sabemos que Jesús ha nacido y esto nos debe poner en camino para encontrarlo, para ir a adorarlo, para llevarle nuestros íntimos anhelos de paz y de felicidad. Jesús que en el pesebre se ha manifestado como Dios de amor, como Dios cercano, como Dios de salvación, nos quiere invitar de manera muy personal a su casa, a que nos encontremos con Él y que nos alegremos con su vida, con su llegada. Muchas estrellas nos están guiando. Dios nos ha puesto luces en el camino que nos acerquen a Jesús.

Salgamos, dejemos tantas cosas que nos atan y encontremos al Salvador, al Mesías, al Señor. Llevémosle a Jesús la vida, el amor, las posibilidades. No le llevemos lo que tenemos sino lo que somos y lo que queremos ser.

Hay luces que nos llevan a Jesús y Jesús es la luz del Padre, el que ilumina toda tiniebla. Hay luces que se hacen palabras y Jesús es la Palabra hecha carne. También nosotros, que estamos invitados para ir a Jesús y llevarle la ofrenda de la vida y adorarle, debemos ser luz para tantas personas que quieren encontrarse con el Señor. Que seamos, de alguna manera, manifestación del amor del Padre, que seamos Epifanía para los que quieren encontrar espacios de paz y de alegría. Dios nos habita, por lo tanto, debemos manifestarlo.

Con mi bendición:

P. Jaime Palacio.

Fuente: http://ow.ly/URc150xNf8d

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Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd

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