CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

PARA ESTA SEMANA FEBRERO 2 DE 2020

PARA ESTA SEMANA FEBRERO 2 DE 2020

La presentación del Señor.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo, muchas bendiciones para la semana que comenzamos. Ha llegado la luz, ha llegado la salvación, ha llegado el tiempo del cumplimiento de las promesas. Jesús de nuevo es manifestado a las naciones como el Salvador esperado. Dios entra en su casa, en su templo, ahora todo el centro está no en la ofrenda que presentan sus padres, sino en el niño al que llenos de gozo los ancianos Simeón y Ana esperaban. Dios entra en su casa y comienza el reconocimiento de la grandeza del Niño. José y María guardan silencio, cada momento es vivido con fe lo que genera mucha paz en el corazón.

José y María son personas de fe, viven la ley

Para ellos es importante que todo se haga conforme al querer de Dios expresado no solo en los mandamientos sino en todo aquello que la ley ordena. Y es cumpliendo la ley en la que todo primogénito varón debe ser rescatado para Dios, por medio de un sacrificio al Señor, en el templo se encuentran con dos ancianos a los que por manifestaciones diferente Dios había revelado que su hijo, el salvador llegaría pronto. Los ancianos supieron esperar, no desfallecieron y vieron colmadas todas sus expectativas. Se mantuvieron firmes en la esperanza, no dudaron. Y Dios les concedió la gracia, Dios les cumplió lo prometido.

En el encuentro de José y María con los ancianos la grandeza y majestuosidad del templo queda opacado.

Ha llegado la luz para alumbrar a todas las naciones, el mismo Dios ha entrado en su templo. Hoy es presentado delante del Señor en el templo el que es la plenitud de todos los ritos antiguos. En la Presentación que hacen María y José entregan a Dios a su propio Hijo y al mismo tiempo reconocen que el hijo es un don, un regalo. Jesús es del Señor.

Israel necesitaba consuelo, paz, volver a la libertad y en Jesús todo lo que necesita el pueblo se puede encontrar. Jesús es el Salvador, la luz que ilumina las tinieblas y la gloria de Israel. Esto, al igual que la profetiza Ana, nosotros lo podemos anunciar; hablar del Niño a todas las personas que esperan de Dios y confían en Él. Jesús es la plenitud, es el que nos puede liberar de tantas ataduras que nos mantienen paralizados, que nos esclavizan.

Aprendamos a esperar en Dios, a confiar en Él, a entender que el Señor tiene su tiempo y que la salvación es un proceso, como el del Reino, delicado y sutil.

Jesús aprende de su familia a relacionarse, allí en casa crece junto a sus padres en el respeto; obedece y va entrando en el contexto del mundo y de la humanidad en la que ha de realizar su misión. La luz hay que cuidarla. Somos luz para alumbrar a las naciones; también nosotros fuimos presentados al Padre Dios en eterna gratitud y nos debemos a una familia que nos protegió. Somos de Dios, Él nos ama y acompaña. Dejemos que Él sea el que cada día inspire nuestro crecimiento y nos dé razones para gastarnos amando y sirviendo a los demás.

Con mi bendición:

P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.

PARA ESTA SEMANA ENERO 26 DE 2020

Más reflexiones del Padre Jaime Alberto Palacio González, ocd

Fuente: http://ow.ly/zZfo50ybbsz

PARA ESTA SEMANA FEBRERO 2 DE 2020