Es una carta privada de intercesión escrita por Pablo probablemente desde Roma, y enviada a Filemón a Colosas (Col 4:7-9)
Esta epístola de Pablo a su amigo Filemón (v. 1, 17) ocupa un lugar único entre los escritos del NT. Es la carta paulina más breve y, además, la única de carácter absolutamente personal.
El apóstol, ya anciano (v. 9), está preso en alguna cárcel de Roma, Cesarea o Éfeso. Timoteo (v. 1) y otros colaboradores (23–24) se encuentran a su lado, pero él, por lo delicado del asunto que va a tratar, prefiere escribir de su propio puño y letra (v. 19) en vez de dictar la carta a algún amanuense.
El destinatario es un creyente llamado Filemón, persona generosa y de buena posición a quien Pablo mismo, probablemente, había llevado a la fe en Jesucristo (v. 19). De las referencias hechas a Arquipo (v. 2, cf. Col 4.17) y a Onésimo (v. 10, cf. Col 4.9), ambos relacionados con Filemón o con la iglesia que se reunía en su casa (v. 2), se deduce que los tres tenían en Colosas su residencia habitual.
Propósito
La razón inmediata de esta corta pero preciosa misiva surgió el día en que Onésimo se presentó ante Pablo, probablemente en busca de ayuda y protección. La situación de Onésimo era muy comprometida en aquellos momentos, ya que se trataba de un esclavo fugado de la casa de su amo, en este caso, Filemón.
Las leyes de la época, considerando delictivo el acto, lo castigaban con enorme dureza, incluso con la muerte.
No se saben las razones de la fuga de Onésimo (cf. v. 18). En cambio, se puede suponer que conocía en persona al apóstol, seguramente por haberle visto alguna vez en casa de Filemón. Esto explicaría que el esclavo acudiera a él en las difíciles circunstancias en que se encontraba.
Contenido y estructura
La relación así establecida entre Pablo preso y Onésimo evadido, dio al tema un giro radical al convertirse el esclavo a la fe de Jesucristo (v. 10). Y Pablo, el preso, tiene ahora que plantear el problema a Filemón desde la perspectiva insólita de que este, dueño frustrado del esclavo rebelde, deberá recibirlo de nuevo en su casa, y «no ya como esclavo, sino… como hermano amado,… tanto en la carne como en el Señor» (v. 15–16).
Habiendo resuelto el apóstol que lo más oportuno sería el retorno de Onésimo junto a su amo legal, exhorta a este a acogerlo, y subraya: «como a mí mismo» (v. 12, 17). De esa forma los fuerza a reencontrarse, y pone a prueba la fe de ambos.
Con la solución dada al problema, Pablo, indirectamente, se pronuncia contra la esclavitud, al considerar el caso de Onésimo desde la perspectiva de la ley del amor (cf. 2 Co 10.3–5). Esta exige, en el nombre de Cristo Jesús, que sean abatidas todas las barreras y borradas todas las diferencias de clase, causa principal de injusticia, opresión y violencia entre unos seres humanos y otros (cf. Gl 3.28).
Fecha y lugar de redacción
La Epístola a Filemón (=Flm) es otra de las llamadas «epístolas de la prisión» (véase Introducción a las epístolas).
Esquema del contenido:
Salutación (1–3)
El amor y la fe de Filemón (4–7)
Pablo intercede por Onésimo (8–22)
Salutaciones y bendición final (23–25)
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