CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

Hageo

 HAGEO

 Hageo

El libro de Hageo es el primero de los escritos por los tres profetas posteriores al exilio. Este profeta fue contemporáneo de Zacarías. Su nombre significa «mi/s fiesta/s» o «festivo». No sabemos nada más acerca de Hageo. Al considerar Hageo 2:3, muchos han llegado a la conclusión de que este profeta tuvo que haber visto el templo de Salomón antes de que el mismo fuera destruido en el año 586 a.C. Si esto fue así, entonces Hageo debe de haber tenido más de setenta años cuando escribió este libro

El celo inicial de los judíos por la construcción del templo había decaído muy pronto. El libro de Esdras muestra que la oposición de los enemigos de Judá causaba el debilitamiento de las manos del pueblo y la pronta suspensión de la obra (Esdras 4:24). Pero Hageo nos enseña también que hubo otros motivos por los cuales la obra se interrumpió: el egoísmo y la indiferencia de los judíos hacia Dios. En lugar de dedicarse con celo y devoción a la obra de Dios, ellos usaban su tiempo y su dinero para sus deleites, para vivir en sus casas artesonadas (Hageo 1: 4-9). Para castigar esta actitud, Dios permitió que las cosechas mermaran y, consecuentemente, que esta gente pasara por necesidades y privaciones diversas (Hageo 1: 6,10-11; 2: 16-17). En medio de esta triste situación, Hageo anunciaba los mensajes del Señor de una manera muy breve.

En este conciso libro (con solo 2 capítulos), podemos leer veinticinco veces: “la palabra el Señor” o “el Señor dice”. El objetivo primordial del profeta era penetrar en los corazones de los judíos a fin de que ellos le dieran a Dios el primer lugar en sus vidas. ¡Es por este mismo motivo que el libro de Hageo es para nosotros tan actual!

En el primer día del mes sexto, Hageo tuvo que reprochar a los judíos a causa de su indiferencia para con Dios, a fin de que éstos despertaran de su tibieza espiritual. Zorobabel, el gobernador, y Josué, el sumo sacerdote, eran alentados a trabajar en la construcción de la casa de Dios junto a todo el remanente del pueblo de Israel (capítulo 1).

El segundo mensaje que Dios envió por medio de Hageo, el día 21 del mes séptimo, tenía como meta alentar al pueblo aún más (Hageo 2:1-9). Además, la exhortación buscaba orientar los pensamientos hacia los últimos tiempos, cuando el Mesías aparecerá nuevamente. Los cielos y la tierra temblarán (la conmoción de todas las cosas) antes de que Cristo se manifieste (Compárese Hageo 2:6-7 con Hebreos 12: 26-28).

El tercer mensaje fue dirigido el día 24 del mes noveno, y contiene una de las más claras advertencias halladas en el Antiguo Testamento en contra de la corrupción espiritual. No obstante, al final de esta exhortación también encontramos palabras de aliento (Hageo 2:10-19).

Ese mismo día, el profeta pronunciaba el mensaje en el que Zorobabel aparece como tipo del Príncipe de paz que ha de venir, y quien ejecutará, en su aparecimiento, los juicios sobre las naciones (Hageo 2:20-23).

Peculiaridades

a) Las siete preguntas de Dios

Dios formuló a su pueblo siete preguntas a fin de escudriñar sus corazones y producir un avivamiento que los condujera nuevamente hacia Él. Dichas preguntas están formuladas en los siguientes capítulos: 1: 4,9; 2:3 (dos veces),12,13,19.

b) Cinco apelaciones de Dios al corazón

Dios apeló cinco veces a los judíos a que consideren sus caminos. El significado literal de estas apelaciones era “meditar en el corazón acerca de algo”, lo cual era muy adecuado, pues el hombre toma siempre las decisiones en su corazón. Los pasajes que hablan de esto son los siguientes: 1:5-7; 2:15,18,19.

Resumen del contenido

I. Hageo 1, 1-15: Primer mensaje: exhortación a construir la casa de Dios.
II Hageo 2, 1-9: Segundo mensaje: aliento para los que construyen el templo.
III. Hageo 2, 10-19: Tercer mensaje: reclamo de santidad.
IV. Hageo 2, 20-23: Cuarto mensaje: fortalecimiento al mirar los eventos futuros.

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