CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

Para esta semana octubre 15 de 2023

No podemos seguir siendo los grandes ausentes en el banquete de Dios.

Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito, Carmelitas Cúcuta y de tantas partes del mundo. Mi saludo que lleva los mejores deseos de paz y bien en el Señor y los sentimientos más profundos de gratitud con Dios Padre que nos ha invitado al Banquete de bodas de su Hijo y que además con insistencia nos da la oportunidad para que aceptemos la invitación y vayamos a su palacio y nos alegremos con Él en amor a su Hijo.

El Reino de los cielos es la propuesta que en Jesús el Padre Dios nos hace, propuesta abierta para que nos unamos a la alegría que produce el saber que el Hijo, Jesús, ha aceptado caminar con nosotros, acercarse desde el corazón a cada uno y sobre todo emprender la tarea de ser instrumento de salvación para los demás. El reino es fiesta, es acogida, es banquete.

El Reino nos hace familia, juntos compartiendo la mesa que surge del amor de Jesús por nosotros.

Y todos estamos invitados, todos tenemos riquezas y lo necesario para participar del banquete en el que el Reino se hace entrega, alimento, fuerza y unión. El Padre Dios nos ha invitado al banquete, ha entregado, en el banquete, el amor que se hace generoso, festivo. La hora del encuentro ha llegado, Dios Padre y su Hijo Jesús nos esperan. Solo es que tomemos la decisión y no sigamos encontrando excusas para no asistir. No podemos seguir siendo los grandes ausentes del proyecto de amor de Dios para con todos.

El banquete servido, la fiesta preparada, la espera ansiosa del Dios que nos llama y nosotros preferimos ausentarnos; tenemos los pretextos que llenan de razones el que no asistamos a la fiesta que cambiará nuestras vidas y nos hará miembros activos del Reino en el que amor, la paz, el servicio son las notas características del plan del Padre para toda la humanidad. Y está bien que muchas personas no asistan y se queden al margen del banquete, pero esto no debe implicar que se pueda hacer con las personas que el Padre ha puesto en la vida para invitarnos y motivarnos al banquete del amor, todo lo que queremos y mucho menos la violencia.

Acallar al predicador no silencia a Dios que tiene poder.

La negativa de algunos se convierte en la posibilidad para otros.

En el banquete de Dios no hay excluidos, buenos y malos estamos siendo invitados; pero Dios espera que tengamos una actitud de apertura, que cambiemos nuestros hábitos y nos abramos a la transformación del ser. No es estar por estar. Necesitamos una nueva actitud, un nuevo traje. Necesitamos reconocer que ahora, desde Dios, las cosas son diferentes. No vaya a suceder que terminemos siendo excluidos por no estar enteramente comprometidos con lo que Dios, Rey de nuestra vida, espera de cada uno.

Con mi bendición:

P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.

Para esta semana octubre 15 de 2023

Fuente: https://parroquiacarmelitascucuta.com

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