CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

SORDERA EN ADULTO MAYOR

SORDERA EN ADULTO MAYOR afecta calidad de vida de adultos mayores  

SORDERA EN ADULTO MAYOR

¿Que se entiende por Hipoacusia?

Hipoacusia inducida por el ruido (trauma acústico).

Es la pérdida de audición producida por la exposición continuada a ruidos intensos o por una exposición breve a un ruido igualmente intenso. Ambas formas de exposición al ruido pueden lesionar los receptores auditivos del oído interno o células ciliadas produciendo una hipoacusia neurosensorial generalmente irreversible y progresiva si la exposición al ruido continúa. La exposición al ruido ya sea breve o continua también puede producir una pérdida de audición temporal que se recupera si se interrumpe dicha exposición. En ambos casos la pérdida auditiva suele acompañarse de acufenos o ruidos de oído, a menudo el primer síntoma del efecto nocivo de la exposición al ruido en el oído interno.

Ejemplos de ruidos que pueden causar este tipo de hipoacusia son explosiones (armas de fuego, petardos), determinadas herramientas laborales (sierras mecánicas, martillos neumáticos etc.), etc., especialmente si emiten ruidos de 120 a 140 decibelios. Sonidos por debajo de 75 db no implican riesgo de dañar el oído (una conversación normal alcanza una intensidad de 60 db y el ruido del tráfico llega hasta 80 db). La forma más frecuente de hipoacusia producida por el ruido es la exposición continuada en ambientes laborales sobre todo industriales (hipoacusia o sordera profesional), cuya manifestación principal es el deterioro progresivo de la comunicación, precedido de sensación subjetiva de hipoacusia, a menudo distorsión de algunos sonidos, y ruidos en el oído, intermitentes o continuos.

¿Cómo se puede prevenir?

El tratamiento más efectivo es la prevención (asociada a campañas de información sobre los efectos nocivos del ruido) tanto mediante el uso de protectores (p.e.: tapones, cascos y filtros específicos para poder comunicarse en ambiente ruidoso), en ambientes laborales, en entornos recreativo-deportivos (p.e.: ejercicios de tiro, caza, motos), e incluso en la propia casa (p.e.: aspiradoras), como y mediante el control de la intensidad de cualquier fuente sonora que pueda ser nociva para la audición.

TENER EN CUENTA

Merece especial atención el riesgo de pérdida de audición en personas jóvenes asociado al uso de reproductores musicales portátiles actuales (p.e.: MP3, iPod), como sucedió con otros reproductores portátiles utilizados años atrás (p.e.: walkman, compact disc portátiles), cuando el volumen al que se reproduce del sonido alcanza intensidades que pueden dañar el oído y, además, se utilizan de forma continuada. Es recomendable mantener un volumen razonable y no utilizarlos durante periodos prologados de tiempo (p.e.: no más de una hora al día).

La aparición de un ruido en el oído u oír los sonidos distorsionados suelen ser consecuencia del efecto nocivo inicial del ruido, a menudo transitorios pero que deben alertarnos interrumpiendo la exposición al mismo para prevenir sus efectos irreversibles.

Cuando la hipoacusia es irreversible y de un grado que lo hace recomendable el tratamiento paliativo indicado en la mayoría de estos casos para corregir la pérdida de audición es la amplificación mediante el uso continuado de audífonos.

Hipoacusia hereditaria (familiar)

La hipoacusia y la sordera hereditarias hacen referencia a la pérdida parcial o total de audición de origen genético, estimándose que al menos la mitad de las pérdidas de audición son de este origen. Las formas genéticas pueden ser congénitas (presentes al nacer) o de aparición tardía (pudiendo iniciarse a partir de los 10-15 años de edad), variar desde un grado leve hasta profundo, ser progresivas o no, afectar a uno o a ambos oídos de forma simétrica o asimétrica, ser de tipo conductivo, neurosensorial o mixto y manifestarse con problemas de equilibrio o sin ellos.

La pérdida de audición puede ser el único hallazgo (hipoacusia no sindrómica) o ir asociada a un síndrome genético o grupo de alteraciones característico (hipoacusia hereditaria sindrómica). En la actualidad existe suficiente información que pone de manifiesto que la mayor parte de las hipoacusias hereditarias son no sindrómicas. La mayoría de las hipoacusias hereditarias sindrómicas están presentes al nacer o en la infancia.

Las hipoacusias neurosensoriales hereditarias del adulto suelen ser hipoacusias no sindrómicas, de aparición tardía y se clasifican generalmente por la edad de inicio, el grado de la hipoacusia, su naturaleza progresiva o no-progresiva y por su patrón hereditario.

La forma más frecuente es la hipoacusia neurosensorial hereditaria progresiva dominante cuyo inicio varía mucho de unas familias a otras, aunque suele ser constante dentro de una misma familia. En general suele manifestarse en la pre-adolescencia aunque puede no dar síntomas hasta la edad adulta.
Como en las demás hipoacusias neurosensoriales, cuando la hipoacusia es de un grado que lo hace recomendable el tratamiento paliativo indicado en la mayoría de estos casos es la amplificación mediante el uso continuado de audífonos, o la estimulación eléctrica del nervio auditivo mediante un implante coclear.

¿Cuáles son las causas?

Las causas de sordera pueden ser múltiples:

  1. Las secuelas de una otitis, que pueden dar origen a una sordera de transmisión.
  2. Las distrofias de la cápsula ótica, la más característica es la otoesclerosis
  3. La laberintosis, que se deben a la suma de una predisposición hereditaria, con ciertos agentes externos, como el ruido o medicamentos tóxicos como gentamicina, kanamicina, estreptomicina, etc.
  4. Las laberintitis.
  5. La presbiacusia o disminución de la audición por la edad sin otro factor agregado.

¿Cuáles son los síntomas?

El síntoma principal es la falta mayor o menor de audición, en ocasiones acompañada de molestia o dolor cuando existen tapones de cerumen, o de vértigo y acufenos en casos de daño neurosensorial.
Es importante valorar si es uno o los dos oídos los que están afectados.

¿Qué es la hipoacusia?

La hipoacusia en general puede ser transitoria por obstrucción o permanente y progresiva.
La causa más benigna es la simple impactación de cerumen (cerilla) que se soluciona cuando el especialista realiza la limpieza, aunque no frecuente en la actualidad podría haber introducción de cuerpos extraños en el conducto auditivo externo.

Sin embargo cuando el problema es por trastornos del oído medio e interno o incluso problemas que afectan directamente el octavo par craneal (auditivo) la hipoacusia será permanente e incluso progresiva.

¿Cuántos tipos de hipoacusia existen?

Los tres tipos básicos de pérdida de la audición son:

  • Conductiva
  • Neurosensorial.
  • Mixta

¿A qué se le llama hipoacusia conductiva?

En estos casos la lesión se asienta en el aparato de transmisión del oído externo, oído medio y ventanas laberínticas.

¿Cuál es la hipoacusia neurosensorial?

La sordera neurosensorial tiene su origen en una lesión del oído interno, en las vías nerviosas retrolaberínticas

¿Cuándo se denomina hipoacusia mixta?

En el caso de la sordera mixta se encuentra alteración de ambas vías

Prueba de weber

SORDERA EN ADULTO MAYOR
Explora la vía ósea, comparando la audición ósea de ambos oídos de forma simultánea. Se realiza de la siguiente forma:

  • Hacemos vibrar el diapasón.
  • Colocamos el mango del diapasón en cualquier punto de la línea media del cráneo.
  • Le preguntamos a la persona por qué oído percibe el sonido de un modo más intenso.

El sujeto NORMAL lo percibe por ambos oídos (en una hipoacusia simétrica también oirá el sonido igual de fuerte en ambos oídos).
En la hipoacusia de TRANSMISIÓN el sonido se lateraliza hacia el lado afectado.
En hipoacusia de PERCEPCIÓN lo hará hacia el lado sano.

Sordera no tratada puede confundirse por sus síntomas con mal de Alzheimer.

Especialistas en audiología advierten confusión por sintomatología de enfermedades. Janet Valdivieso, máster en Fonoaudiología, explicó que síntomas como la depresión, ansiedad, sentimiento de aislamiento y la capacidad reducida de comunicación son algunos de los síntomas que las personas comúnmente llamadas sordas comparten con los adultos mayores que padecen del Mal de Alzheimer.

Según precisó la especialista del Centro de Tecnología Auditiva Americana, cuando una hipoacusia o sordera no se trata a tiempo, la persona que la padece puede llegar a olvidar determinadas palabras debido a que ya no las escucha desde hace buen tiempo. “Este olvido o capacidad de reconocimiento es muy común en las personas con Alzheimer quienes suelen no reconocer a quien les habla; en las personas con problemas auditivos lo que se produce es una pérdida de la capacidad de reconocimiento del sonido” indicó.

En ese sentido, la especialista recomendó a los familiares, especialmente de adultos mayores, estar atentos a la salud auditiva de sus padres y abuelos. “Es importante que una persona a partir de los 60 años se haga una evaluación periódica de su capacidad auditiva. Con el paso de los años ésta va disminuyendo y crea inseguridad en el adulto mayor quien prefiere el aislamiento. Hoy en día la tecnología nos permite dar solución a ese problema cuando se detecta a tiempo. Por eso es importante no dejar que se agrave” explicó la fonoaudióloga.

Limpieza de oidos

¿Cómo deben limpiarse los oídos? Lo que hay que evitar

El oído tiene un sistema natural de auto limpieza que permite que la cera que se va fabricando vaya saliendo poco a poco hacia el exterior y se elimine:

  • La mejor manera de limpiar el oído es dejar que actúe este proceso natural de limpieza.
  • Limpiar de forma incorrecta nuestro oído puede provocar lesiones que pueden ir desde un simple tapón, hasta infecciones, perforaciones u otro tipo de lesiones.
  • Los especialistas del oído, los otorrinolaringólogos, desaconsejan la utilización de bastoncillos, las irrigaciones con agua o aceite de manera casera. Su opinión es que se debe acudir a su consulta para extraer los tapones de cera que se puedan formar en nuestros oídos.

¿Cómo es el conducto auditivo?

Nuestro oído puede estar en peligro cada vez que intentamos rascarnos introduciendo un lápiz o una llave, o al momento que nos limpiamos después de la ducha empleando un hisopo (cotonete):

  • El conducto auditivo tiene una forma parecida a la de un embudo: su parte más estrecha se dirige hacia el interior de la cabeza, en concreto a la llamada membrana timpánica
  • La piel de este conducto tiene unas glándulas que fabrican cera (cerumen)
  • La cera atrapa las partículas de polvo del aire para evitar que lleguen al tímpano y así protegerlo
  • La cera está formada por sebo ( la secreción de las glándulas ceruminosas de la porción externa del conducto auditivo externo (CAE), restos de pelos y los restos de células del epitelio que la recubre
  • Por lo tanto la cera tiene una función protectora de nuestro oído muy importante
  • Con el sistema de auto limpieza esta cera se moviliza desde la parte interna del CAE hacia el orificio auditivo y así llega hasta el exterior

SORDERA EN ADULTO MAYOR

¿Qué pasa cuando introducimos objetos extraños en el oído?

  • La cera penetra más profundamente hacia el conducto auditivo.
  • Se produce una alteración del pH ( que normalmente es bajo) de este conducto auditivo.
  • Disminuyen las defensas naturales del cerumen y su capacidad para luchar contra las infecciones.
  • Pueden aparecer tapones de cerumen: éstos son producidos, en muchos casos, por la misma persona al utilizar una mala técnica para limpiar el oído,

¿Qué síntomas provocan los tapones de cera?

  • Disminución leve de la audición
  • Sensación de tener el oído tapado
  • Los tapones de cera son una de las consultas más frecuentes de los otorrinolaringólogos
  • Son más frecuentes durante el verano porque la cera acumulada en el oído absorbe agua y se hincha provocando la formación de un tapón
  • Cuando sufrimos una pérdida repentina de la audición debemos pensar en la presencia de un tapón de cera en el oído
  • Esta pérdida de audición suele aparecer de forma brusca, de un día para el otro
  • La audición se recupera tras la extracción del tapón

¿Qué hay que hacer con los tapones de cera?

  • El tratamiento indicado es su extracción
  • Se pueden emplear dos técnicas:
  • La irrigación: inyección de agua templada a 37º con una jeringa especial para reblandecer la cera y que salga hacia el exterior. El chorro de agua debe ser inyectado de forma potente y dirigido hacia la pared posterior del CAE para evitar la perforación del tímpano. Existen en el mercado diferentes productos para realizar este procedimiento en casa. Los otorrinos advierten del peligro de hacerlo uno mismo por lesiones que pueden provocar debido a la presión o la aparición de infecciones en el caso de que el tímpano esté perforado y la persona no lo sepa
  • La cirugía instrumental: siempre la realizan los otorrinolaringólogos

Algunos consejos para personas con tendencia a la formación de tapones

  • En algunas personas las glándulas producen más cerumen del que se puede eliminar fácilmente y esta cera adicional puede endurecerse en el canal auditivo y obstruirlo
  • En muchos casos existe una propensión genética a fabricar tapones de cera
  • Estas personas deben acudir al especialista para descartar que exista alguna lesión en el oído
  • Sin embargo, lo más frecuente es que el canal se obstruya cuando se intenta limpiar el oído con bastoncillos de algodón, por ejemplo, ya que se impacta la cera y se empuja hacia dentro
  • El otorrinolaringólogo suele realizar un examen del oído a través de un otoscopio y visualizar el CAE, el tímpano y el oído medio
  • Los pacientes con tendencia a fabricar tapones suelen acudir una vez al año al otorrino. Existen casos en los que las citas deben ser más frecuentes, aproximadamente de 2 a 3 veces
  • Otros tapones de cera menos frecuentes son los epidérmicos producidos por la descamación de la piel dentro del CAE

Nunca deben introducirse en el oído

  • Algodoncillos
  • Bastoncillos
  • Cotonetes
  • Cerillas
  • Clips de los que se utilizan para el pelo
  • Llaves
  • La esquina enroscada de una servilleta

El peligro que corremos es que se perfore la delgada membrana que cubre el tímpano y dejarlo así expuesto a posibles infecciones de graves consecuencias

Lo que debe hacerse

  • Limpiar suavemente el conducto auditivo externo (oreja) 2 ó 3 veces por semana
  • Para limpiarse el oído basta con mojarse el oído en la ducha y limpiar la zona más externa de la oreja con una gasa o una toalla fina.
  • No introducir nunca bastoncillos ni otros objetos en los oídos
  • Visitar a su Otorrinolaringólogo al menos una vez al año o si nota una pérdida en su capacidad auditiva