CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

SEMANA POR LA PAZ 2009 EN COLOMBIA

SEMANA POR LA PAZ 2009 EN COLOMBIA

“Vivo por la vida…¿Y tú?”

«Vivo por la vida…¿Y tu?». Este es el lema de la Semana por la Paz 2009, que se llevará a cabo entre el 6 y el 13 de septiembre en toda Colombia, animada por el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) y Cáritas Colombiana.

 En este año 2009, informa la Conferencia Episcopal de Colombia, la Semana por la Paz centra su atención en la defensa y protección de la vida, en la conciencia por la vida: la de otros y otras, vecinos, la familia, de la naturaleza y la que se expresa en toda la creación.

Este año se celebra la edición número 16 de la Semana por la Paz, convocatoria que «es una propuesta de educación y movilización de la sociedad colombiana para que los ciudadanos, de manera responsable, aporten con sus vidas y acciones a la construcción de la paz».

La Semana por la Paz surgió en 1993 por iniciativa del Programa por la Paz de la Compañía de Jesús.

Durante estos años ha contado con el apoyo de otras organizaciones no gubernamentales y confesionales que han asumido su realización.

Desde la Iglesia católica, se invita a la población «a participar de forma creativa, comprometida y lúdica en una semana de reflexión sobre la gran necesidad de volver a pensarnos como país y continuar con mayor vitalidad en la búsqueda de la paz, a través del perdón, la justicia social, la solidaridad y la reconciliación».

La Semana por la Paz se lleva a cabo durante septiembre, en concordancia con la celebración el 9 de ese mes del Día Nacional de los Derechos Humanos.

Cada año se sugiere a las jurisdicciones, parroquias y grupos, realizar actividades como foros, jornadas educativas, celebraciones eucarísticas, actos culturales, marchas y demás acciones que permitan reflexionar en torno al tema escogido.

Fuente: https://www.aciprensa.com/noticias/anuncian-en-colombia-semana-por-la-paz-2009-vivo-por-la-viday-tu

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

CAPÍTULO 6

Capítulo 6, 9-11

Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre;
venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
Nuestro pan cotidiano dánoslo hoy;

Capítulo 6, 12-15

y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores;
y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.
Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.

Capítulo 6, 16-18

Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,
para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Capítulo 6, 19-21

No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban.
Acumulad más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben.
Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

Capítulo 6, 22-24

La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso;
pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué oscuridad habrá!
Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.

Capítulo 6, 25-27

Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?
Por lo demás, ¿Quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida?

Capítulo 6, 28-30

Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan.
Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos.
Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe?

Capítulo 6, 31-34

No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿Qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos?
Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.
Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal.

Más reflexiones de septiembre

SEMANA POR LA PAZ 2009 EN COLOMBIA