CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Postrado a Vuestros pies, humildemente,
Vengo a pediros, Jesús mío,
Poderos repetir hasta la muerte
Sagrado Corazón, en Vos confío.

Confiar es prueba de ternura,

Esa prueba de amor daros ansío
Aún cuando esté sumida en la amargura
Sagrado Corazón, en Vos confío.

Aunque sienta huir la confianza
Y merezca muy bien vuestro vacío,
y no sea comprendida mi esperanza
Sagrado Corazón, en Vos confío.

Si en el Bautismo se lavó mi alma,

Yo prometí ser Vuestro y Vos ser mío
Gritaré siempre en tempestad y calma
Sagrado Corazón, en Vos confío.

Firme esperanza siento de tal suerte,
Que sin temor a Tí y el bien mío
Podré yo repetir hasta la muerte
Sagrado Corazón, en Vos confío.

Oraciones al Sagrado Corazón

Rendido a Vuestros pies, ¡Oh Jesús mío! Considerando las inefables muestras de amor que me has dado, y las sublimes lecciones que enseñas de contínuo, a Tu Adorable Corazón; te pido humildemente la gracia de conocerte, amarte y servirte como fiel discípulo tuyo.

Deseo hacerme digno de las mercedes y bendiciones que concedes a los que de veras te conocen, te aman y te sirven.

Mira que soy muy pobre, Buen Jesús y necesito de Tu generosidad.
Soy limitado, Soberano Maestro y necesito de Tus Divinas enseñanzas para luz y guía de mi ignorancia.
Mira que soy muy débil y necesito apoyarme en Ti para no desfallecer.

Sé todo para mí, Sagrado Corazón; socorro de mi miseria, luz de mis males, auxilio en toda necesidad.

De Ti lo espera todo, mi pobre corazón.

Tu me alentaste cuando dijiste en el Evangelio:“Vengan a mí, aprendan de mí, pidan y recibirán, llamen y se les abrirá”

A las puertas de Tu Corazón vengo pues hoy y llamo y pido y espero.

Te hago formal y decidida entrega de mi corazón; tómalo y dame en cambio, lo que sabes que me ha de hacer bueno en la tierra y dichoso en la Eternidad. Amén.

ORACIÓN

Jesús mío dulcísimo, que en Tu infinita y dulcísima misericordia prometiste la gracia de la perseverancia final a los que comulgaren en honra de Tu Sagrado Corazón nueve primeros viernes de mes seguidos: acuérdate de esta promesa y a mí, siervo indigno Tuyo, que acabo de recibirte sacramentado con este fin e intención, concédeme que muera detestando todos mis pecados, esperando en Tu inefable misericordia y amando la bondad de Tu amadísimo y amabilísimo Corazón. Amén.
*
Corazón de Jesús,
casa de Dios y puerta del cielo,
ten piedad de nosotros.
Padre nuestro…
*
Corazón de Jesús,
rico en todos los que te invocan,
ten piedad de nosotros.
Padre nuestro…
*
Corazón de Jesús,
esperanza de los que mueren en Vos,
ten piedad de nosotros.
Padre nuestro…

ACTO DE DESAGRAVIO

¡Oh Corazón clementísimo de Jesús, divino propiciatorio por el cual prometió el Eterno Padre que oiría siempre nuestras oraciones!
Yo me uno con Vos para ofrecer al Eterno Padre mi pobre y mezquino corazón, contrito y humillado en su divino acatamiento, y deseo reparar cumplidamente sus ofensas, en especial la que recibes contínuamente en la Eucaristía y las que yo por mi desgracia también he cometido.

Quisiera, Divino Corazón, lavar con lágrimas y borrar con sangre de mis venas las ingratitudes con que todos hemos pagado Tu tierno amor.

Junto con mi dolor, aunque leve, con aquella angustia mortal que te hizo sudar sangre a la sola memoria de nuestros pecados.

Ofrécelo Señor a Tu Eterno Padre unido con tu amabilísimo Corazón. Dale infinitas gracias por los grandes beneficios que nos hace continuamente y supla Tu amor nuestra ingratitud y olvido.

Concédeme la gracia de presentarme siempre con gran veneración ante el acatamiento de Tu divina Majestad, para resarcir de algún modo las irreverencias y ultrajes que en Tu Presencia me atreví a cometer, y que de ahora en adelante me ocupe en atraer con palabras y ejemplos muchas almas para que te conozcan y gocen de las delicias de Tu corazón.

Desde este momento me ofrezco y dedico del todo a dilatar la gloria de este Sacratísimo y dulcísimo Corazón.

Lo elijo como el centro de todos mis afectos y deseos y desde ahora para siempre hago en El, mi perpetua morada, reconociéndole, adorándole y amándole con todas mis ansias, como a mi Rey, Soberano, Dueño, Esposo de mi alma, Pastor y Maestro, verdadero amigo, amoroso Padre, Guía segura, firmísimo Amparo y Bienaventuranza. Amén.

Santa Sede

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS