CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

OBLACIÓN

OBLACIÓN

Forma de vida y acción.

 

ACCIONES

Toda acción debe realizarse por amor de Dios (O.A.D) y por tanto debe llevarse a cabo con magnanimidad y magnificencia.

Es la forma de expresar en lo concreto el principio O.A.D. (Ob amorem Dei), actuando a semejanza de Dios que siempre lo hace con abundante generosidad (magnanimidad) y de una forma que expresa la perfección (magnificencia).

SUJETO

El oblato configurado con Jesucristo víctima actúa siempre en caridad y sacrificio.

Es la expresión en la acción práctica del sentido de inmolación propio de nuestra espiritualidad y que lleva a una actitud de total entrega en el amor hasta el sacrificio pleno de uno mismo en el servicio a los demás: “Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos” Jn 15,13.

DESTINATARIOS

Los destinatarios prioritarios de nuestra acción son la familia, el joven y el pobre. (Const.Art 75).

Son las prioridades de acción señaladas por las mismas Constituciones y que vienen directamente del Padre Matovelle.

MÉTODO

El oblato aprenderá a ser haciendo y su acción será expresión de su ser.

Manifiesta la pedagogía matovellana de formarse y realizarse en la acción y de hacer que ésta sea una expresión del propio ser, de forma que se convierta realmente en un testimonio.

EVANGELIZACION

Toda acción pastoral debe promover la fe, la vivencia, la celebración y el testimonio y teniendo en cuenta los cuatro fines eucarísticos (adoración, acción de gracias, súplica y reparación) como actitudes vitales.

Se busca una acción pastoral de conjunto que sea integral y que una la fe y la vida.

ESPÍRITU

El oblato expresa la madurez en su labor evangelizadora con la actitud de trabajar, amar y padecer.

Son principios característicos del Padre Matovelle y que se han vivido siempre en la comunidad.

ORGANIZACIÓN

El oblato considerará la organización en su trabajo como distintivo de las obras de Dios.

El orden es característica propia de las acciones de Dios y debe reflejarse en nuestro propio trabajo diario, como expresión de nuestro seguimiento a su voluntad y a su amor (O.A.D.).

FINALIDAD

Todo lo que el Oblato haga es para servir a establecer el Reinado Social de Jesucristo (Adveniat Regnum tuum).

Constituye el fin externo de la Congregación y de nuestra propia vida.

NIVELES

Están dados por la forma como está organizada la estructura de la Congregación por medio de las comisiones o equipos responsables de las diversas áreas de la vida comunitaria:

Animación: Animación misionera oblata – AMO (Superior General)

Formación: Equipo de formación oblata – EFO (Vicario General)

Pastoral: Comisión oblata de misiones –  COM (Consejero General)

Administración: Comisión oblata de economía –  COE (Ecónomo General)

¿QUÉ HACEMOS? VIDA APOSTOLICA.

Para el oblato las obras apostólicas, que se expresan en educación, medios de comunicación, misiones, parroquias y santuarios, involucran el ser y quehacer humano, en el campo social, político, económico, cultural y religioso, deben ser una respuesta al seguimiento de Jesús eucarístico y reparador, que como hostia inmolada se entrega por la salvación del mundo y nos propone construir la civilización del amor.

Además su apostolado es expresión del continuo discernimiento de la Divina voluntad, leyendo los signos de los tiempos, y de nuestro reconocimiento de ser propiedad exclusiva suya, apostolado que propende por el Reinado social de Jesucristo, como trasformación de los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad que estén en contraste con la Palabra de Dios (Cfr. EN 19).

En este empeño el oblato se compromete, a través de una vida ejemplar, a mostrar el rostro de Cristo, como el Señor que inspiró al Padre Matovelle, sin perder el espíritu interior y el ideal oblativo, que se alimenta por medio de la vida de oración, fraternidad, vida sacramental y formación permanente en el espíritu del carisma.

El oblato en fidelidad a la voluntad divina, en actitud celosa de amor sacrificial y reparador, busca la propia santificación y la de sus hermanos y lucha por la dignidad humana, especialmente de los más débiles, bajo el amparo del Corazón Inmaculado de María, modelo acabado de virtud, concretando su ideal mediante una viva comunión y participación eclesial e imprimiendo su sello característico, en los diversos campos de acción que el apostolado ofrece.

Reinado Social de Jesucristo

La historia en su conjunto y nuestra realidad tal como la vivimos hoy es el espacio en el que Dios realiza la salvación de toda la humanidad, por la acción del Espíritu que se da en todas las personas y grupos humanos (semillas del Verbo). Esa acción del Espíritu busca conducir a todos los pueblos hacia la unidad, para que Cristo llegue a ser cabeza de toda la humanidad y del universo (Col. 1,12-20).

Este proceso se da en medio de una realidad de conflicto originado por el pecado, el cual se ha manifestado desde el principio y a través de toda la historia de salvación y se expresa plenamente en la muerte de Jesucristo. La Pascua de Cristo Resucitado como victoria sobre el pecado nos hace capaces de vencer el pecado para participar activamente en el plan de Dios y nos reúne en la Iglesia para ser instrumentos de la realización del Reino: Cristo como cabeza de todo el universo.

Ese Reinado de Cristo se debe dar ante todo en cada persona por un continuo proceso de conversión. Pero igualmente debe realizarse en la sociedad como conjunto ‘transformando mediante la fuerza del Evangelio los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad que están en contraste con la Palabra de Dios y el designio de salvación’ (EN 19).”

En este contexto los Oblatos asumen este proceso de realización del Reinado Social de Jesucristo como la razón de ser de toda su acción apostólica, constituyendo así el fin externo de la Congregación, para que Cristo llegue a ser todo en todos (Col. 3,10-16).

 PERFIL DEL OBLATO: LINEAS GENERALES

· El oblato es un ser humano consciente de su vocación cristiana como discípulo misionero consagrado y configurado con Cristo Buen Pastor.

· Persona capaza de vivir la fraternidad evangélica en la Iglesia de acuerdo con su carisma de hostia e inmolación y en un continuo discernimiento personal y comunitario.

· El oblato se encarna en la sociedad con una preparación constante para analizar la realidad y dar razón de su fe y así colaborar en la búsqueda por el sentido de vida, del mundo y favorecer el diálogo entre Iglesia y mundo.

· El oblato está abierto a las exigencias planteadas por los cambios en la congregación, manteniéndose en camino para la búsqueda de nuevos horizontes de vida y trabajo personal y comunitario.

· El Oblato debe estar encarnado en la sociedad para dar razón de su fe y colaborar en la búsqueda de sentido de la humanidad.

· Debe ser un gran pedagogo social que favorezca el diálogo entre Iglesia y mundo

· Abierto a las exigencias planteadas por el cambio en la Congregación, poniéndose en camino para construir el nuevo proyecto de la misma.

· Con una preparación constante para analizar las realidades del mundo.

· Ser y vivir como consagrado oblato.

· Estar en continuo discernimiento personal y comunitario.

PLAN GENERAL DEL XXIV CAPITULO GENERAL. 2008-2026. 

LINEAS GENERALES

IDEA FUERZA

Los Misioneros Oblatos de los CC.SS., convencidos de nuestro carisma de hostia e inmolación a imitación de Jesucristo y en actitud de permanente conversión, respondemos al llamado de Dios hoy desde una espiritualidad de comunión y oblación y una vida de fraternidad nutrida por la Eucaristía. Comunidad que busca expresar la perfección de la caridad movida por el Espíritu en un compromiso discipular y misionero, con los pobres los jóvenes y la familia, en diálogo entre Fe y Vida para la realización del Reinado social de Jesucristo.

ETAPAS DEL PROCESO

Consolidación interna (Discípulos):

Meta de la Etapa (2008-2014)

Al terminar la primera etapa, la Congregación de los Misioneros Oblatos de los Corazones Santísimos de Jesús y María se ha consolidado en sus miembros tanto cuantitativa como cualitativamente, profundizando en el sentido de su carisma y su misión, ha discernido a la luz de estos su acción pastoral y fortalecido las estructuras necesarias para sostener la vida y acción de la Congregación con el fin de servir mejor al Reinado Social de Jesucristo, en una actitud de hostia e inmolación.

Elementos para la elaboración de las metas en los distintos niveles

Animación:

Profundizar en la identidad del carisma y de la misión y llevar esta reflexión a las comunidades locales.

Consolidar  la organización y el funcionamiento de los organismos congregacionales (AMO, EFO, COM, COE) y de las comunidades locales.

Clarificar la identidad y función de los laicos en la Congregación (hermanos y voluntarios).

Formación:

Atender especialmente a los procesos vocacionales y al acompañamiento en las diversas etapas del proceso formativo.
Consolidar el diseño de las diversas etapas del proceso de formación desde la promoción vocacional hasta la formación permanente y la tercera edad.
Capacitar formadores para las diversas etapas del proceso.
Diseñar el proceso formativo para los laicos en la Congregación (hermanos y voluntarios).

Pastoral:

Plantear la orientación específica de las diversas áreas de pastoral en concordancia con el carisma matovellano.
Afianzar los procesos pastorales existentes conjugando los proyectos centrales con los proyectos locales.

Administración:

Consolidar las finanzas generales y a nivel local tanto en recursos como en procesos contables.
Orientar las inversiones a mejorar lo que se tiene y lo que se hace.

Segunda Etapa.- Consolidación de la proyección de la Congregación (Misioneros)

Meta de la etapa (2014-2020)

Al terminar la segunda etapa, la Congregación de los Misioneros Oblatos de los Corazones Santísimos de Jesús y María ha consolidado su trabajo pastoral en los diversos frentes de acción, ha diversificado sus procesos formativos y la identidad propia de sus comunidades locales en cuanto centros de acción pastoral, ha fortalecido y ampliado su proyección evangelizadora en la sociedad así como ha realizado las inversiones y estructuras necesarias para ello con el fin de servir mejor al Reinado Social de Jesucristo en una actitud de hostia e inmolación.

Tercera Etapa.- Expansión de la Congregación en su vida (Misión)

Meta de la etapa (2020-2026)

Al terminar la tercera etapa, la Congregación de los Misioneros Oblatos de los Corazones Santísimos de Jesús y María ha expandido su vida y acción por la especialización de sus miembros y conciencia misionera, ampliado su acción pastoral y estableciendo intercambios y alianzas con otras entidades de la Iglesia y de la sociedad cualificando y ampliando así su servicio al Reinado Social de Jesucristo en una actitud de hostia e inmolación.

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