CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

PARA EL FIN DE SEMANA: ABRIL 14 DE 2016

PARA EL FIN DE SEMANA: ABRIL 14 DE 2016.

Nadie las arrebatará de mi mano, dice el Señor.
Mis queridos amigos de santa Teresita, de san José, del Carmen de La Habana, del Carmelo de Quito y de tantas partes del mundo. Mi saludo con los mejores deseos de paz en el Señor, el buen Pastor que no solo nos cuida y protege sino que también nos da la vida eterna. Somos un regalo de Dios para Jesús y por eso nadie nos arrebatará de su mano. Un fin de semana para que volvamos al rebaño, escuchemos la voz del Señor y le sigamos.

En este mundo tan lleno de incertidumbres la propuesta de Jesús es actual. Él es la vida y está dispuesto a darla a quien le sigue; Él es la eternidad y está dispuesto a llenarnos de eternidad, de cielo, de Dios. Jesús ha venido para salvarnos, se ha convertido en nuestra defensa, nuestro refugio. A quien camina con Jesús el peligro, la muerte y la pérdida pasan a ser realidades efímeras, incapaces de acabar con la esperanza que llena de felicidad el corazón de quien cree.

Hoy se nos vuelve a invitar a que nos acerquemos a Jesús; hay que dejarse encontrar de nuevo, hay que salir del propio refugio, del escondite, de los miedos y hasta de los propios vacíos; nos tendremos que atrever como la mujer pagana, como la otra que tocó el manto, como el leproso. Hay que volver a gritar como el ciego Bartimeo, insistir como la viuda de la parábola ante el juez; hay que dejarse cargar por el Pastor. El Evangelio nos hablar de apertura, de conocer y solo se conoce desde el corazón. Se conoce lo que se ama. El que ama conoce a su amado, le escucha, le sigue.

Jesús tiene una palabra con autoridad, Él habla la verdad, lo que conoce de su Padre. Jesús tiene una palabra capaz de seducirnos, de enamorarnos, de cambiar nuestra vida; pero debemos acercarnos, debemos familiarizarnos con su enseñanza; debemos hacer un proceso de conversión que acabe en el creer en sus palabras que son Espíritu y Vida.

Para el Pastor es importante que las ovejas, en medio de tantas voces, escuchen su voz. Y para escuchar su voz hay que conocerlo, hay que amarlo. Y amar es creer y creer es caminar con la certeza que Él siempre está a nuestro lado, que Él nos protegerá, que Él es el único que capaz de dar la vida por las ovejas, por nosotros. Hoy la invitación es a la docilidad, en manos de Dios y con la propia capacidad de discernir, haremos que el Pastor también se goce en su vida y esta corresponsabilidad llene de amor y de paz gran parte de rebaño. Así los que el Padre le ha dado no se perderán. Nadie las arrebatará de su mano.

Seamos uno con Jesús como Él es con el Padre.

Con mi bendición:

P. Jaime Alberto Palacio González, ocd.

PARA EL FIN DE SEMANA: ABRIL 14 DE 2016.

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