CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS CORAZONES SANTÍSIMOS

CALAMBRES EN LA TERCERA EDAD

CALAMBRES EN LA TERCERA EDAD

Empezamos por definir: los calambres son contracciones involuntarias y breves de un músculo, el cual al ponerse rígido produce dolor y una sensación muy desagradable, además se experimenta inmovilidad del músculo afectado y por lo regular aunque no en su totalidad, son los de las piernas o pies, incluso presentándose violenta y súbitamente en ocasiones durante la noche.

En la mayoría de los casos, los calambres son causados por cuatro motivos: mala postura, fatiga muscular, falta de minerales y vitaminas, así como por sedentarismo.

Sin embargo existen otros motivos que pueden generar calambres:

  • Consumo de alcohol, refresco de cola, café y cigarrillo, pues el organismo utiliza calcio u otros minerales para procesar y eliminar estas sustancias.
  • Deficiencia de vitaminas del complejo B, concretamente de tiamina (B1), que es una sustancia que contribuye a la transmisión de impulsos nerviosos a los músculos.
  • Gripe o resfriado común, ya que hay un descenso en la cantidad de agua corporal.
  • Problemas circulatorios sobre todo venosos, en combinación con posiciones que dificultan la irrigación sanguínea, pues eliminan de momento la circulación.
  • Exceso de grasa y colesterol, así como obesidad, pues condicionan trastornos en el flujo sanguíneo.
  • Alteraciones hormonales, debido a que tanto en el climaterio como al padecer enfermedades en la tiroides puede disminuir la cantidad de calcio en el organismo.
  • Trastornos menstruales pueden producir sangrados abundantes y, con ello, generar una disminución de sales y agua en el organismo.
  • Enfermedades renales, ya que ocasionan desequilibrio de los minerales (electrolitos) en la sangre.
  • Epilepsia que se caracteriza por la generación de descargas eléctricas desordenadas que pueden dar pie a contracciones musculares.
  • En personas de la tercera edad, debido a que su organismo sufre alteraciones de calcio, magnesio y algunas enzimas; además es un problema de hábitos ya que muchos ancianos no toman las cantidades de agua suficientes, llevan una dieta inadecuada y no realizan actividad física.
  • Las mujeres embarazadas tienden a tener calambres musculares al dormir debido a que sus bebés absorben la mayor parte de los nutrientes que la mujer incorpora a su cuerpo, dejándole a la madre una cantidad menor de la que ella necesita.
  • Las personas que llevan un calzado que no es de su número real, pueden acabar teniendo calambres en sus piernas y pies al igual que el uso de zapatos o zapatillas inapropiados, es decir que tengan tacones demasiado altos, o sandalias planas no acolchadas o sin contención adecuada para el pie, o bien con el hecho de ejercitar con un calzado que no sea deportivo.
  • Las personas que han tenido ciertas cirugías, o que tienen trastornos circulatorios de importancia, pueden ser afectadas con calambres.
  • Aquellas personas que también usen ropa apretada, que corte el flujo de sangre en el cuerpo.

En relación al manejo de un calambre se tiene lo siguiente:

  • Cuando comience un calambre, debe hacer fuerza estirando el músculo. Al principio podrá sentir un mayor dolor, pero el mismo luego de unos instantes se reducirá. Si es en una pierna, hay que acostar al paciente y se le ayudará levantando y estirando la pierna afectada, tomando el pie y empujando la pierna hacia el ayudante, mientras el paciente opone resistencia (sin doblar la pierna).
  • Se deberá frotar el sitio del calambre, con lo cual el área se entibiará y el dolor se reducirá.
  • Hay que empapar el área con agua tibia.
  • Si el calambre es en la pierna, debe tratar de pararse y caminar.
  • Otra alternativa, sería aplicar una crema relajante muscular.
  • Se recomienda realizar baños de inmersión con agua caliente.
  • Se pueden utilizar sales para baño o bien hervir en un litro de agua durante veinte minutos 300 gr. de avena y colocar dicha decocción en el baño de inmersión.

Finalmente existen múltiples formas de prevenir los tan molestos calambres:

  • Realizar ejercicio en forma regular en cualquiera de sus formas, ya que ayuda a mejorar la circulación.
  • Estirar y precalentar los músculos diario, por ejemplo todas las noches antes de acostarse
  • Beber ocho vasos de líquido por día, preferiblemente de agua natural.
  • Comer suficientes alimentos ricos en calcio y potasio, como el plátano, jugo de naranja, las papas y las verduras frescas.
  • Evitar los alimentos grasos y fritos.
  • Llevar medias o calcetines elásticos durante el día, especialmente cuando se tienen problemas de circulación.
  • Llevar puestos calcetas o calcetines para dormir durante la noche puede ser de mucha utilidad, porque esto ayuda a que los pies estén tibios, con lo cual las piernas también tienden a permanecer más tibias.
  • Mantener peso regular y adecuado.
  • Si se detectan problemas de circulación, podrá utilizarse una bolsa con agua caliente para favorecer el flujo sanguíneo.
  • Excluir refrescos, café, tabaco y alcohol de la dieta.
  • Corregir posturas que provoquen tensión o presión sobre los músculos.

CALAMBRES EN LA TERCERA EDAD